Friday, May 08, 2009

EL COMPLOT DE LOS PENDEJOS


Se equivocan, no es un hábil juego de palabras que intenta mofarse de todas las “preclaras” mentes que se confabularon para borrar al líder en las encuestas de los candidatos a la presidencia de México en 2006 (el tema y encabezado del post ya estaba decidido mucho antes –por lo que también lo declaro un complot contra mi blog- que se anunciara la presentación del próximo Best Seller de la tragicomedia nacional, que solo podrá conseguirse en todos los Sangron´s de la República Mexicana); tampoco se refieren a las teorías conspiratorias sobre el tema de actualidad que velozmente se acerca a la frontera del territorio del olvido comunitario; mucho menos he de vanagloriarme por ser el “creador” de la frase: el complot de los tontos. Lo único que realmente me divierte es que van a tener que leer hasta el final del post, pa´ entender el sentido del título de mi aportación semanal. Ready?


_ ¿Vio el partido de Chivas?, con el empate la hacemos gacha –me dice el motociclista repartidor de recibos telefónicos.


_ Sí hombre, lo malo es que nos metieron ese gol – le contesto ingenuamente.


_ ¿Cuál gol?


_ Pues el del empate, ¿no? El partido de la libertadores.


_ No, ¿pus que pasó? ¿No que muy del rebaño sagrado? Se me hace que le voy a tener que venir a informarle más seguido de los resultados.


_ ¿Cuál empate, pues?


_ No, yo hablo del partido en Puebla.


_ ¿Apoco si lo pasaron por la tele?


_ Mejor regáleme un vaso de agua, por favor. Está ´uro el calor afuera, verdad de Dios.


_ ¿Le falta mucho por repartir todavía?


_ Ya no tanto, nomás este y otros tres más, pero todos por el mismo rumbo. En media hora me los echo todos.


_ Y pa´casita.


_ Así es, con la mujer y los huerquillos.


_ ¿´tán chiquillos?


_ Sí uno de siete y otra de diez.


_ Entonces deben estar ahorita de vacaciones por lo de la influenza esa, ¿no?


_ Sí, su mamá los está cuidando, y no me los deja salir ni a sol ni a sombra, pero está bien. Ya cuando llego yo les doy más libertad.


_ Usted que anda todo el día en la calle, ¿la gente ya no se mira tan espantada, no?


_ Es lo que le digo a mi vieja. Neta, le digo, de cuarenta que ves allá en la calle, si dos andan con el tapabocas es mucho, mujer.


_ Lo mismo digo yo, es más el circo que hicieron.


Les juro que está vez yo no tuve nada que ver, ni la lucha le hice pa´inducir su patoaventura.


_ No me lo va a creer, pero el otro día que fui a las cosas esas donde se llenan los botellones de agua. Estaba una señora que acaparó las dos llavecitas; ya sacándole la plática mientras esperaba a que terminara, me dijo que esa enfermedad la planearon desde mero arriba. Los meros meros se reunieron, ya sabe, Estados Unidos, Rusia, Francia, y todos esos. Y quedaron que le iban a dar $500 mil millones de dólares o algo así, al que le tocara cargar con el muertito; y pus le tocó a México, así me dijo ella. ¿Usted cómo la ve?


_ No, pus es una lanotota.


Cavilo entonces la astronómica cantidad que se acerca a los $700 mil millones del famoso bailout (¿O en cuánto billelle quedó al final, comp@s?), rescate financiero que metieron a la congeladora mediática mientras se cocinaba el chiquero del swine flu, ¿no?



_ Sí, ya ni la amuelan, las mamás que dejan ver tanta tele a los niños. ¿Crees que una de tus sobrinas obligó a tu cuñada a que la llevara al doctor? –me informa mi jechu.


_ ¡Ah, caray! ¿Y eso?


_ Ésta que las deja ver tanta tele. ¿Vas a creer que ya la tenían toda sugestionada? Aquella ya no aguantaba a la niña que estaba necia en que le dolía la cabeza, y de ahí no la sacabas.


_ ¿Y el doctor qué dijo?


_ ¿Pues qué iba a decir? Que alejaran a los chamacos de los noticieros, que toda la semana había estado recibiendo huerquillos tercos con que tenían la gripe esa que están anunciando en la tele.


La propaganda ha llegado a las calles también. Esta semana dejé en ayuno forzado a la troca por tragona. Al llegar al crucero para tomar la pesera noto un movimiento inusual en el área comercial, unos acomedidos funcionarios estatales reparten cubrebocas entre los peatones. Ignoro su desinteresado ofrecimiento mientras me dirijo a comprar el semanario en el Sangron´s local. Al regresar y abordar la parte trasera del minibús, uno de estos trabajadores estatales se dedica a regalar los tapabocas (“de parte del gobierno del estado”, no olvida en acotarnos) entre los pasajeros. “¡Ah!, usted me dijo que no quería, ¿verdad?” –me dice el compa al reconocerme.


Del otro lado del crucero encuentro una de las respuestas a esta medida correctiva (en Ingeniería Mecánica se estudian tres tipos de mantenimiento, el correctivo es el último y el menos deseable para aplicar) tomada muuuy a destiempo (¡ya pa´qué! –espeta el más viejo de nosotros); con trocona, y bocinotas de por medio, un grupo de jovencitos azules intenta, en contraparte, convencer al transeúnte sobre las bondades de su candidata local.


Si usted es de los listos que deposita toda su confianza en cualquiera de los candidatos, muy poco tenemos que mostrarle aquí.


Si usted es el mero experto en las cuestiones económicas, y la crisis no le hace mella, ni hablar, probablemente de los benditos del sistema sea usted.


Si usted es una eminencia, y puede decodificar las noticias de la mayoría de los medios de comunicación nacional, that´s fine, usted seguramente ya tiene su infalible plan de contingencia personal.


Si usted es lo suficientemente astuto, pequeño o mediano empresario, y los impuestos no han consumido su changarro, a los mortales pase la voz.


Si usted es bien trinchón, y puede todavía alimentar saludablemente a todos los miembros de su familia, ¡chidos!, usted el salario mínimo muy bien puede estirar.


Si usted es realmente sagaz, y sin esfuerzo a todos sus retoños estudios puede brindar, pues ni ser pariente o achichincle de la mayestra va a necesitar.



Si usted, ya pa´terminar, es muy trucha, y ni los aumentos en la gasolina, ni los pasajes, ni las colegiaturas, ni la hipoteca, ni las tarjetas, ni los alimentos,... ni una chin... le quita el sueño; seguro usted Haitiano ha de ser.


En caso contrario, si usted es del otro ¿60%? de jodidos en este país. Y todavía piensa que este país puede cambiar, menuda empinada cuesta ha de escalar.


Usted, para empezar, tendrá que lidiar con usted mismo; se sabe militante de un movimiento de resistencia, pero acepta que tampoco aprueba todas las decisiones de sus líderes.


Usted, ya que no es superman, con toda certeza, ha meditado en renunciar a la protesta.


Usted, ha tenido que soportar el escarnio por tratar de informar a su círculo más cercano.


Usted, que es tonto, desconfía de los cuerpos de seguridad.


Usted, como no es versado en los dineros, no ha entendido que, con reservas monetarias históricas, nos vayamos a endeudar.


A usted, idiota congénito, le cuesta mucho trabajo apreciar, los avances democráticos de esta nación.


Usted, estúpido de cepa, dedica parte de su tiempo a los decisiones del presente gobierno indagar.


Usted, cabeza dura, no da mucho crédito alguno a las noticias que el resto de sus paisas ve o lee.


Usted, incrédulo como la mayoría de sus compatriotas, no puede evitar carcajearse de la muy publicitada War on Drugs.


Usted, al que le han pedido, quién sabe cuantas veces ya, que regrese al mundo real. Usted, a pesar de que observa el desastre económico nacional; aunque conoce a la corrompida clase política local; y aún diariamente palpando la apatía social; usted es un idealista que apuesta pacíficamente (y con recursos lícitos) a México transformar. Y, a sabiendas, de que su mal ejemplo, más allá de sus fronteras, se puede contagiar, cree vehementemente que por este objetivo –una verdadera silenciosa conspiración de pendejos- la vida bien vale la pena empeñar. AL TIEMPO.



M@RChamuscadO;


MATAmoros, TAM(aquinando);


08/05/09.



... el contagio por el virus del NEOLIBERALISMO en franca RECESIÓN.



SPECIAL REQUESTS:


¿Quién me acompaña a echarnos unas carnitas en Perote? Por la cuenta no se preocupen, yo invito.



ENCORE MESIÁNICO:




Thursday, May 07, 2009

A Day Without Tourists: Tijuana Versus the Plague

by: Mike Davis | Visit article original @ TomDispatch.com


"Since everyone is dumping on Mexico these days, you might as well help me do the real thing."

My friend Marcos Ramirez (aka "ERRE") isn't kidding. He's building a new house in Colonia Libertad, Tijuana's oldest and most surrealistically colorful neighborhood, and needs to dispose of some construction debris. I ride shotgun in his pickup while his younger brother Omar, a poet-artist with eyes like Che Guevara's, sprawls in the backseat.

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Artist, Marcos Ramirez ERRE (Source: United States Artists)


For once in a lifetime, afternoon traffic in Tijuana is unsnarled and ERRE spurs his Chevy Silverado through the Zona Rio roundabouts, past the giant statue of Father Kino and the utopian sphere of the Cultural Center, until we reach the Avenida Internacional, the long straightaway next to the corrugated steel futility of the border wall.

As the road climbs the mesa, there is a jarring view of landscape disfigured by National Guard bulldozers and the endless churning of terrain by Border Patrol jeeps. But today even the brutalism of Operation Gatekeeper is ameliorated by blue skies and a tickle of a sea breeze. ERRE catches the mood and puts on a Beach Boys CD.

I have a sudden inkling of what he must have been like when he was a 15-year-old outlaw skateboarder from Colonia Libertad, careening suicidally down its rutted slopes. Later, he briefly practiced law, but quickly turned away from its corruption to work for 17 years as a skilled carpenter and homebuilder in the United States.

In 1997, he confounded the Border Patrol by erecting a huge Trojan Horse (two heads, facing in opposite directions) at the San Ysidro frontier. It exactly straddled the international line. Tijuaneses loved it.

Since then he has created similar provocations from Reading, Pennsylvania, to Yunnan, China, attaining the kind of artistic renown that usually guarantees studio space in Soho or Coyoacan. But he stubbornly prefers being, as he puts it, a "Libertarian."

The Silverado lurches into a dirt side street somewhere on the proletarian backside of Chapultepec Heights. ERRE pulls up along a fence, honks his horn, and the debris is quickly unloaded by elves in rags. He hands one of them 100 pesos, or $7. (The minimum wage in the sweatshop maquiladoras is only 55 pesos per day.)

The old city dump is closed, the new one too far away, so like most Tijuaneses, ERRE uses the services of the informal economy. Moreover, in the midst of an unprecedented NAFTA recession, a horror-ridden narco-war, and now a much-hyped pandemic, any act that circulates a few pesos amongst "el pueblo" seems conscientious.

We fishtail out of the dirt alley and return to a paved avenue of restaurants, beauty salons, and car-alarm dealers. Schools and public buildings are closed, morning masses have been suspended, and sports events have been cancelled, but stores and street markets remain open and desperate for business. Customers are sparse, though. Half the population seems to have disappeared. Few people, apart from municipal employees and office cleaners, wear surgical masks, but no one seems to begrudge those that do.

"Looks like the Invasion of the Body Snatchers," I say.

"You should have seen Mexico City," ERRE replies. "I was down there for the Zona Maco Art Fair when the flu pandemonium started. At first it was just a big joke. Everyone was decorating their face masks with Salvador Dali mustaches or big teeth like Bugs Bunny. On mine, I wrote 'Ay cabrón, qué gripón traigo!' ['Oh shit, what a terrible flu I've got!']

"Then the famous archeologist Felipe Solis suddenly died. He was the director of the National Anthropology Museum and the previous week had given Obama a tour of Aztec treasures. There were rumors that he had swine flu. [This was subsequently denied by medical authorities.] That chilled the whole scene. People didn't know what to expect. It was like the Camus novel "The Plague." Best friends were afraid to give each other an abrazo or a kiss on the cheek.

"What scared me was simply the idea of being sick and helpless so far from my family. Here together, familia Ramirez is almost invincible. You can bury my bones in Tijuana."

We turn eastward, crossing the legendary Avenida Revolución, past the curio stores, discos, and long bars - remnants of the raunchy Tijuana invented by gringo bootleggers and gamblers during the early decades of the twentieth century.

There are no tourists. Nada. Although the only confirmed swine flu cases locally are across the border in San Diego, Tijuana as usual bears the stigma - the growing fear of all things Mexican even when they originate, like the demand for drugs or the industrialized livestock from which this new flu probably sprung, in the United States.

"Feel lonely, gringo?" ERRE laughs.

To console me, he points out that there are no cops on the streets either.

Three days earlier, drug-cartel gunmen launched simultaneous attacks on police across the city, killing seven in half an hour, one of them in the small station just up the block from the Ramirez family home. Using decoders to break into the police radio frequency, the killers daily taunt the cops, blasting loud narcocorridos and boasting of future assassinations.

"Today all the police are either at the funeral for their comrades or in hiding. The narcos have threatened to raise the death toll to 30 in the next week."

"Why are they so pissed off at the cops?" I ask.

"I think the police confiscated a huge drug cache," younger brother Omar interjects.

We stop at a light. Some desperate squeegee guys without water bottles scuffle over ERRE's windshield. Two soldiers on the corner of Paseo de los Heroes observe the melee with indifference. Masked by black bandanas, they cradle new made-in-Mexico FX-05 assault rifles in their arms.

It is disturbing that the presence of troops should be so reassuring. The Mexican Army has an appalling human-rights record, and some leftists believe that the pandemic emergency has become a mere pretext for the further militarization of daily life - like shutting down this year's May Day demonstrations.

ERRE shrugs. It is difficult, he explains, to imagine how control of public safety in border cities like Tijuana or Ciudad Juarez can ever be returned to the corrupt, and now terrified, cops. The elites, meanwhile, ensure their own safety by hiring Blackwater-type mercenaries.

Almost on cue, we pass a small convoy of SUVs and what looks like an armored car converted into a bullet-proof limo. Stenciled on the side is the corporate logo of "Panamerican Security de Colombia." (The real Blackwater - now shamelessly rebranded as "Xe" - has recently opened a training facility just across from the Tijuana airport on Otay Mesa.)

ERRE yawns. Heavy metal on the streets of Tijuana is no big deal.

By the time we reach Colonia Libertad, it's 4 pm and some bustle is returning to the streets. We park in front of the old family home, across from some chemical tank cars marooned on a branch of the San Diego and Arizona Eastern Railroad. The family guard dog, a middle-aged Chihuahua named Momo, barks dutifully from the roof.

ERRE has to rush to take his dad to a doctor's appointment. SeÒor Ramirez hails from a proud cowboy town in Jalisco that claims to be the birthplace of the mariachi. After traveling around as a movie projectionist in the villages of the Alta, he came to Tijuana and Southern California in the early 1950s. He worked as an extra in Hollywood, on an aircraft assembly line in San Diego, as a cab driver in Tijuana, and now, almost age 80, oversees the family wrought-iron workshop.

The patriarchal home, like Tijuana itself, has been self-built in increments that faithfully graph the family's economic history. The 1990s boom years, when ERRE was a well-paid carpenter in California, are represented by an impressive faux-Victorian wing with dormers, bays, and gables.

I wisecrack about his hallucinatory "gingerbread casa de sueños."

He smiles, then scolds: "You know this is the Tijuana dream, my parents' dream. We never stop building. We're always making room for more people. When I was a kid, do you have any idea of how many cousins and compadres from my father's pueblo stayed here until they could cross to jobs in California? Hey, amigo, this is Ellis Island."

To underscore the point, brother Omar shows me the key prop in the video he has recently completed about the Ramirez family's neighborhood: the "Lady of Libertad."

Omar says it is based on one of French sculptor Frederic Bartholdi's original sketches for the Statue of Liberty - the famous lady with the lamp standing on the pedestal of an Aztec pyramid. A local artisan has made copies to sell to the tourists, if they ever return.

Will they?

Since 9/11, irrational fear and toxic bigotry have imposed an informal blockade on Baja California's non-maquiladora economy. Now nativists in San Diego are clamoring for the complete closure of the border.

It would be a catastrophe. A Siamese twin might as well saw away the flesh connecting himself to his brother. Both would die in the end.

After teasing ERRE one more time, I head off for dinner with Omar and his wife. The weather is still delightful and we find a cozy Italian restaurant crowded with nonchalant and fearless diners. For a quiet evening, at least, the mask of the red death slips off the face of Tijuana.

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Mike Davis is the author most recently of In Praise of Barbarians: Essays Against Empire (Haymarket Books, 2008) and Buda's Wagon: A Brief History of the Car Bomb (Verso, 2007). He is currently working on a book about cities, poverty, and global change.

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Mexico: "They Kill Our Trees So We'll Grow Their Drugs."

by: Yemeli Ortega | Visit article original @ Rue89

Violence linked to drug-trafficking does not spare the most isolated indigenous communities. A report from Barrancas del Cobre among the Tarahumara Indians.

The region with the richest biodiversity in North America is located in Mexico's far north, at 1420 meters of elevation, in the heart of the Western Sierra Madre. These lands, rugged and inhospitable, have been inhabited by Tarahumara, "the light-footed people," for close to 2,000 years. Today, these peaceful people are threatened by narco-trafficking which threatens the very essence of their culture and the equilibrium of their environment.

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The village of Creel was the site of narco-killings in broad daylight that shocked Mexico's conscience last year, but the Tarahumara Indians' subjugation to the cartels extends to even the most remote corners of their rugged lands, reports Yemeli Ortega. (Photo: ThierryB / Flickr)


"Narco-trafficking violence is a thousand-headed snake. When you cut one head off, a hundred grow in its place," explains a Tarahumara Indian, who intends to stay alive, and, consequently, to remain anonymous. "Don't think my word is worthless," he defends himself, "but what I'm going to relate to you could cost me my skin."

After a silence as pregnant as his gaze, the Indian ends up talking:

"They come; they kill the trees and afterwards we have to choose: either we leave our lands or we stay to grow their drugs."

The Tarahumara people pay a heavy price to defend their forests, which hold the ancestral secrets of their culture, their cosmology and their very lives. "People don't commercialize their family. No one can sell what belongs to Mother Earth and Father God," says the outraged Indian, who draws most of his food and medicinal plants from the forest.

"The forest is the soul of the fire," he continues as he watches wood burn in the hearth. It's also the soul of music: without wood, there would be no more flutes, violins, or drums, indispensable elements for traditional rites and dances.

Landowners Yesterday, Subjugated Today

The invasion of woodcutters and narcos on lands that were nonetheless legally recognized as the property of the Tarahumara in 1960 has placed the Tarahumara in a relationship of subjugation. They've gone from the status of the historic landowners of these wooded lands to that of underpaid employees of an unscrupulous enterprise that the Whites and Métis conduct as though these forests and these indigenous peoples belonged to them.

When local authorities are questioned on the subject, they counter with silence and stasis. For over thirty years, a network of corrupt local politicians and drug traffickers do their business over fraudulently obtained contracts for forest exploitation. They have constructed several landing strips for large-scale transport of marijuana and opium cargo, the ever-growing demand for which is right there: on the other side of the American border.

The Tarahumara lands are in the grip of the Sinaloa cartel, controlled by El Chapo Guzmán, the most-wanted narco-trafficker. He is sought not only by the Mexican government, but also by the United States and Interpol. He had been captured in 1993 and sentenced to twenty years of prison with no eligibility for parole, but once behind bars, Guzmán quickly took over again. He was able to buy favors from most of the guards and even the director of the prison himself - who saw to it that Guzmán enjoyed exceptional treatment.

El Chapo Guzmán at the Center of Killings

At the end of a "magistrates' plan" and a few days before his extradition to the United States, El Chapo Guzmán escaped, hidden in a small van that carried the dirty laundry. Sixty-eight people were implicated in the escape!

Since then, Guzmán not only rapidly resumed control over Sinaloa, but also set himself the goal of eliminating the competition, that is the Gulf, Juarez and Tijuana cartels, at the price of an escalation of deaths and chaos.

In this Mexican narco-trafficking war, massacres of unspeakable violence are commonplace, even in the most inaccessible parts of the country, such as the canyons of the Sierra Tarahumara.

Last August, Mexico discovered with horror the killing that took place in broad daylight in Creel, a little village set at the summit of the Sierra Madre. Four luxury vans arrived out of nowhere and their occupants fired on a hundred people, leaving many wounded and 13 dead, including several children and teenagers.

The official version tells of a "settling of scores" between narcos; the truth is that it was innocents who paid the price. "Events like what happened in Creel recur regularly all over the Sierra Tarahumara, but the national press doesn't talk about it because it's controlled," complains Ernesto Palencia, a lawyer and member of the NGO, Alianza Sierra Madre.

This activist with the intense gaze tells about the emblematic case of Choreachi, a little village perched in the forest of the Guadalupe y Calvo municipality, in southern Chihuahua. For 200 years, the native community has been conducting a silent struggle to preserve its forest, since - as for many of the Tarahumara - they deem their mission to be avoiding the destruction of these lands at all costs, in order to preserve the balance between "the upper world and the lower world."

Trials Fixed in Advance

"They've been the object of false accusations and many of them are in prison today," the lawyer says. "The trials are fixed in advance; the Tarahumara enjoy neither a defense lawyer nor an interpreter who speaks their language."

All these human rights violations put the Indians in a position of complete vulnerability in a context that was already far from favorable to them.

For beyond the fight to preserve their lands, their culture and their peace, the Tarahumara are fighting for their own survival. They must confront an ever-more-difficult climate, with ever-more-scanty harvests, in a region where employment opportunities are virtually nonexistent, not to mention the lack of medical care and education.

"The situation is far more complex than people believe," says Victor Martinez, an anthropologist who has specialized in the Tarahumara culture for over twenty years. He explains that if certain Indians grow drugs on their lands, it's so they don't die of hunger - or a bullet to the head: "Could you blame them? Judge them?"

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Translation: Truthout French language editor Leslie Thatcher.

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Cómo explotó “La Influenza TLC”

Granjas Smithfield escapó de las leyes ambientales estadounidenses para abrir una gigantesca granja de cerdos en México, y todo lo que nos dejó fue esta asquerosa influenza porcina


Por Al Giordano
Especial para The Narco News Bulletin

3 de mayo 2009

Las autoridades de EU y México afirman que ninguna sabía sobre el brote de “influenza porcina” hasta el 24 de abril. Pero después de que cientos de habitantes de un pueblo en Veracruz, México, presentaron síntomas, la historia ya había llegado a la prensa nacional mexicana el 5 de abril. El diario La Jornada informó:

Nubes de moscas emanan de las lagunas de oxidación donde la empresa Granjas Carroll vierte los desechos fecales de sus granjas porcícolas, y la contaminación a cielo abierto ya generó una epidemia de infecciones respiratorias en el poblado La Gloria, del valle de Perote, dijo Bertha Crisóstomo López, agente municipal del poblado.

El pueblo tiene 3,000 habitantes, cientos de los cuales afirmaron tener severos síntomas de gripa en marzo.

El Dr. Sanjay Gupta, de CNN, reportó desde México que ha identificado a un niño de La Gloria que contrajo el primer caso confirmado de “influenza porcina” en febrero como el “paciente cero”, Edgar Hernández, de cinco años, ahora un superviviente de la enfermedad.

Para el 15 de abril —nueve días antes de que las autoridades federales mexicanas del régimen del presidente Felipe Calderón reconocieran que existía algún problema— el periódico local, Marcha, informó que una compañía llamada Carroll Ranches era “la causa de la epidemia”.

El columnista de La Jornada, Julio Hernández López conecta los puntos corporativos para explicar cómo llegó a México la compañía Granjas Smithfield con sede en Virginia: en 1985, Granjas Smithfield recibió lo que fue, en su momento, la multa más cara en la historia —12.6 millones de dólares— por violar el Acta de Agua Limpia de EU en sus instalaciones cerca del río Pagan en Smithfield, Virginia, un tributario que fluye a la bahía Chesapeake. La compañía, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), descargó desechos de sus granjas porcícolas en el río.

Fue un caso en donde la ley ambiental estadounidense logró obligar a un contaminador, Granjas Smithfield, a construir una planta de tratamiento de aguas negras después de décadas de utilizar el río como un mega-excusado. Pero el “libre comercio” abrió una brecha para que las Granjas Smithfield simplemente movieran sus dañinas prácticas a la casa de junto, en México, para que así pudiera evadir las estrictas regulaciones estadounidenses.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o TLC) entró en vigor el 1 de enero de 1994. Ese mismo año, Granjas Smithfield abrió los “Ranchos Carroll” en el estado mexicano de Veracruz mediante una nueva corporación subsidiaria, “Agroindustrias de México”.

A diferencia de lo que las autoridades impusieron a Granjas Smithfield en los EU, las nuevas instalaciones en México —que convierten 800,000 cerdos en tocino y otros productos al año— no cuentan con una planta tratadora de aguas negras .

Según la revista Rolling Stone, Smithfield mata aproximadamente a 27 millones de cerdos al año para producir unos 2.7 billones de kilos de productos de cerdo empaquetados. (Las instalaciones de Veracruz constituyen, entonces, alrededor del 3% de su producción total).

El periodista Jeff Teitz, informó en el 2006 sobre las condiciones de las instalaciones de Smithfield en los EU (recuerden: lo que van a leer describe las condiciones que son más higiénicas y reguladas que aquéllas en México):

Los credos de Smithfield viven por los cientos o los miles en establos tipo bodegas, en filas de corrales pared con pared. Las hembras son inseminadas artificialmente, alimentadas y devueltas a los cachorros en jaulas tan pequeñas que no pueden voltearse. Los machos completamente maduros pesan 250 libras/113 kilos y ocupan un corral del tamaño de un pequeño departamento. Se pisotean unos a otros hasta la muerte. No hay luz del sol, paja, aire fresco ni tierra. Los pisos tienen tabillas para permitir que el excremento caiga a una fosa debajo de los corrales, pero muchas cosas además del excremento pueden terminar en las fosas: placentas, cachorros accidentalmente aplastados por sus madres, viejas pilas, botellas de insecticida rotas, jeringas con antibióticos, cerdos que nacieron muertos, cualquier cosa lo suficientemente pequeña para que quepa por las tuberías de unos 30 centímetros de ancho que drenan las fosas. Las tuberías permanecen cerradas hasta que se acumula una cantidad suficiente de aguas negras para crear una buena presión de expulsión; después, las fosas se abren y todo se expulsa a un gran estanque de contención.

La temperatura dentro de las casas de los cerdos está a menudo arriba de los noventa grados. El aire, saturado casi al punto de la precipitación con gases del excremento y los químicos, puede ser letal para los cerdos. Enormes ventiladores funcionan veinticuatro horas al día. Los sistemas de ventilación funcionan como los ventiladores de pacientes terminales: si se descomponen por un largo periodo de tiempo, los cerdos empiezan a morirse.

Consideren lo que sucede cuando esas formas de producción de puercos masivas se mueven a un territorio no regulado donde las autoridades mexicanas permiten que intereses millonarios hagan negocios sin una supervisión adecuada, abusando de los trabajadores y del ambiente. Y ahí está: la violencia provocada por el TLC en términos humanos claros y entendibles.

La llamada “influenza porcina” explotó porque un desastre ambiental simplemente se mudó (y con ello, despojó a trabajadores estadounidenses de sus empleos) a México donde las leyes de seguridad ambiental y laboral, si es que existen, no se aplican a poderosas corporaciones multinacionales.

Las falsas construcciones mentales de fronteras —del tipo que provocan que los ciudadanos de EU y México se imaginen que una variedad de influenza como esta invade sus países desde otros lugares— están sufriendo un gran revés esperado desde hace tiempo gracias al frenesí de la “influenza porcina” por parte de los medios. En este caso, la política comercial EU-México creó una bomba de tiempo en Veracruz que ya ha asesinado a más de 150 ciudadanos mexicanos, y al menos a un niño en los EU, creando una placa de Petri gigante en las granjas de cerdos para producir tocino y jamón para la venta internacional.

Nada de esto indica que esta variedad de influenza se haya generado en México, sino, por el contrario, que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte creó las condiciones óptimas para que el influenza se gestara y se convirtiera, como mínimo, en una epidemia en La Gloria y, ahora, en la ciudad de México, y que amenace con convertirse en una pandemia internacional.

Bienvenidos a las secuelas del “libre comercio”. Las autoridades ahora quieren que ustedes tomen un cubrebocas y eviten el contacto humano hasta que, ojalá, el brote termine. Y si usted empieza a sentirse mareado, o con fiebre, o algún otro síntoma comienza a molestarlo, o a sus hijos, recuerde esto: el nombre real de esta enfermedad es la “Influenza TLC”, la primera de muchas nuevas enfermedades que emergerá a nivel internacional como el resultado directo de los acuerdos de “libre comercio” que permiten a compañías como Granjas Smithfield escapar de las leyes de salud, seguridad y ambientales.


How “The NAFTA Flu” Exploded

Smithfield Foods Fled US Environmental Laws to Open a Gigantic Pig Farm in Mexico, and All We Got Was this Lousy Swine Flu


By Al Giordano
Special to The Narco News Bulletin

April 29, 2009

US and Mexico authorities claim that neither knew about the “swine flu” outbreak until April 24. But after hundreds of residents of a town in Veracruz, Mexico, came down with its symptoms, the story had already hit the Mexican national press by April 5. The daily La Jornada reported:

Clouds of flies emanate from the rusty lagoons where the Carroll Ranches business tosses the fecal wastes of its pig farms, and the open-air contamination is already generating an epidemic of respiratory infections in the town of La Gloria, in the Perote Valley, according to Town Administrator Bertha Crisóstomo López.

The town has 3,000 inhabitants, hundreds of whom reported severe flu symptoms in March.

CNN’s Dr. Sanjay Gupta, reporting from Mexico, has identified a La Gloria child who contracted the first case of identified “swine flu” in February as “patient zero,” five-year-old Edgar Hernández, now a survivor of the disease.

By April 15 – nine days before Mexican federal authorities of the regime of President Felipe Calderon acknowledged any problem at all – the local daily newspaper, Marcha, reported that a company called Carroll Ranches was “the cause of the epidemic.”

La Jornada columnist Julio Hernández López connects the corporate dots to explain how the Virginia-based Smithfield Foods came to Mexico: In 1985, Smithfield Foods received what was, at the time, the most expensive fine in history – $12.6 million – for violating the US Clean Water Act at its pig facilities near the Pagan River in Smithfield, Virginia, a tributary that flows into the Chesapeake Bay. The company, according to the US Environmental Protection Agency (EPA) dumped hog waste into the river.

It was a case in which US environmental law succeeded in forcing a polluter, Smithfield Foods, to construct a sewage treatment plant at that facility after decades of using the river as a mega-toilet. But “free trade” opened a path for Smithfield Foods to simply move its harmful practices next door into Mexico so that it could evade the tougher US regulators.

The North American Free Trade Agreement (NAFTA) came into effect on January 1, 1994. That very same year Smithfield Foods opened the “Carroll Ranches” in the Mexican state of Veracruz through a new subsidiary corporation, “Agroindustrias de México.”

Unlike what law enforcers forced upon Smithfield Foods in the US, the new Mexican facility – processing 800,000 pigs into bacon and other products per year – does not have a sewage treatment plant.

According to Rolling Stone magazine, Smithfield slaughters an estimated 27 million hogs a year to produce more than six billion pounds of packaged pork products. (The Veracruz facility thus constitutes about three percent of its total production.)

Reporter Jeff Teitz reported in 2006 on the conditions in Smithfield’s US facilities (remember: what you are about to read describes conditions that are more sanitary and regulated than those in Mexico):

Smithfield’s pigs live by the hundreds or thousands in warehouse-like barns, in rows of wall-to-wall pens. Sows are artificially inseminated and fed and delivered of their piglets in cages so small they cannot turn around. Forty fully grown 250-pound male hogs often occupy a pen the size of a tiny apartment. They trample each other to death. There is no sunlight, straw, fresh air or earth. The floors are slatted to allow excrement to fall into a catchment pit under the pens, but many things besides excrement can wind up in the pits: afterbirths, piglets accidentally crushed by their mothers, old batteries, broken bottles of insecticide, antibiotic syringes, stillborn pigs—anything small enough to fit through the foot-wide pipes that drain the pits. The pipes remain closed until enough sewage accumulates in the pits to create good expulsion pressure; then the pipes are opened and everything bursts out into a large holding pond.

The temperature inside hog houses is often hotter than ninety degrees. The air, saturated almost to the point of precipitation with gases from shit and chemicals, can be lethal to the pigs. Enormous exhaust fans run twenty-four hours a day. The ventilation systems function like the ventilators of terminal patients: If they break down for any length of time, pigs start dying.

Consider what happens when such forms of massive pork production move to unregulated territory where Mexican authorities allow wealthy interests to do business without adequate oversight, abusing workers and the environment both. And there it is: The violence wrought by NAFTA in clear and understandable human terms.

The so-called “swine flu” exploded because an environmental disaster simply moved (and with it, took jobs from US workers) to Mexico where environmental and worker safety laws, if they exist, are not enforced against powerful multinational corporations.

False mental constructs of borders – the kind that cause US and Mexican citizens alike to imagine a flu strain like this one invading their nations from other lands – are taking a long overdue hit by the current “swine flu” media frenzy. In this case, US-Mexico trade policy created a time bomb in Veracruz that has already murdered more than 150 Mexican citizens, and at least one child in the US, by creating a gigantic Petri dish in the form pig farms to generate bacon and ham for international sale.

None of that indicates that this flu strain was born in Mexico, but, rather, that the North American Free Trade Agreement created the optimal conditions for the flu to gestate and become, at minimum, epidemic in La Gloria and, now, Mexico City, and threatens to become international pandemic.

Welcome to the aftermath of “free trade.” Authorities now want you to grab a hospital facemask and avoid human contact until the outbreak hopefully blows over. And if you start to feel dizzy, or a flush with fever, or other symptoms begin to molest you or your children, remember this: The real name of this infirmity is “The NAFTA Flu,” the first of what may well emerge as many new illnesses to emerge internationally as the direct result of “free trade” agreements that allow companies like Smithfield Foods to escape health, safety and environmental laws.





2009: la lucha por el (no) poder

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Escrito por Carlos Ramírez Hernández Lunes, 04 de Mayo de 2009 17:06 Última actualización el Martes, 05 de Mayo de 2009 21:06

CARLOS RAMÍREZ HERNÁNDEZ
LAS ELECCIONES legislativas federales y para gobernador en algunos estados han definido ya su perfil: el control político del país con miras a las elecciones presidenciales del 2012.


POR TANTO y a pesar de indicios de que las matemáticas del Código Federal Electoral van a limitar aspiraciones y sueños partidistas, de todos modos los meses de abril, mayo y junio serán la madre de todas las batallas electorales.
El PAN tiene un doble objetivo electoral de corto plazo: a pesar de todos los signos en contra, cuando menos mantener su porcentaje de diputados en la Cámara o evitar el piso de un tercio para tener el candado de la votación de los presupuestos presidenciales; el PRI, ha decidido sentarse a disfrutar antes de tiempo la tendencia electoral reciente, pero en medio de la aparición de los fantasmas del pasado que rápidamente le han ahuyentado votos; y el PRD no tiene más propósito que sobrevivir a la fractura que busca López Obrador para demostrar quién manda y quién es el que jala los votos.
El trasfondo de las elecciones legislativas y locales busca definir tendencias para las presidenciales del 2012. El PAN está centrando sus esfuerzos en mantener la bancada actual o bajar poco pero su meta central es ganar cuando menos dos gubernaturas más: Sonora y Nuevo León, donde sus posibilidades son fuertes. Asimismo, el PAN busca consolidar figuras políticas nuevas y sobre todo fortalecer el grupo político del presidente Calderón. La incorporación de Josefina Vázquez Mota compuso la cohesión de la bancada y logró llenar los huecos de la gris figura de César Nava.
En el PRI se ven nubarrones inevitables. Como siempre, la cercanía del poder ha vuelto a reactivar los conflictos entre grupos. Y lo peor de todo es que el PRI ha comenzado a perfilar el grave problema de los partidos fundamentalistas: la creación de tribus. La definición de candidaturas se reveló mala por razones de las exclusiones, de la fuerza del perdedor Roberto Madrazo para marginar a aspirantes y por la lucha Enrique Peña-Manlio Fabio Beltrones-Beatriz Paredes por la candidatura presidencial del 2012. Por tanto, el PRI definió candidatos en función de la presidencial y no de la oferta de una lista con sangre nueva y figuras con credi bilidad. Es decir, el PRI de hoy sigue actuando como el PRI del pasado.
La gran prueba de fuego del PRD la tiene nada menos que López Obrador. Por encima del partido, sin escuchar los análisis de colaboradores y con la espina clavada de su derrota del 2006, el tabasqueño estará presente en el proceso electoral de este año sólo para exhibir y sobre todo demostrar su poder. Al margen de las leyes y aplastando a su partido, López Obrador será el mejor aliado del PRI y del PAN porque su meta no es otra que quitarle votos al PRD.
La correlación de fuerzas políticas del 2009 será definitiva para percibir el relevo presidencial del 2012. El PRI se confió en la tendencia de las encuestas y el PAN sólo le puso un espejo para ver el verdadero rostro del PRI de siempre. El PAN ha asumido los viejos vicios del PRI al aprovecharse de su posición de partido en el gobierno federal para organizarse como un partido de Estado.
¿Y la sociedad? Mal, gracias. Las mismas encuestas que tienen entusiasmados a los priístas y preocupados a los panistas están adelantando una significativa abstención. Los electores ven a los mismos partidos de siempre, sin ideas, con sus mismos cuadros y todos con la meta de ganar el poder pero no la legitimidad. Pero por lo que se ve, los partidos quieren sólo el poder y no el consenso de la sociedad.

El virus del “ASPAN” y el PAN

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Escrito por Alfredo JALIFE-RAHME Domingo, 03 de Mayo de 2009 17:48 Última actualización el Lunes, 04 de Mayo de 2009 23:24

ALFREDO JALIFE-RAHME
(Exclusivo para Voces del Periodista)

NUNCA HAY QUE PERDER la coyuntura, el cronograma y las proporciones. El México panista, con dos de sus peores presidentes de su historia (Fox y Calderón), le propina el último clavo al féretro de la soberanía mexicana al haber implementado sin chistar los deseos geopolíticos de EU: El ASPAN -un acrónimo que causa hilaridad: Alianza de Seguridad (¡super sic!) y Prosperidad (¡extra-sic!) de América del Norte y la Iniciativa Mérida; ambas han desembocado en la vigilancia militar del territorio mexicano, tanto en la transfrontera como en el Golfo de México por el NORAD/Comando Norte y el Comando Sur de EU.



La entrega de México empezó con los panistas crípticos disfrazados de priístas, Miguel de La Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari,impulsadores del TLCAN a instancias de Daddy Bush, que desembocó en la aniquilación del sistema financiero mexicano por la dupla Joseph Marie Córdoba-Zedillo, gracias al asesinato de malhadado Colosio. No es gratuito que el virus militarizado de Calderón haya brotado en medio del doble despliegue del ASPAN y la Iniciativa Mérida-NORAD/Comando Norte-Comando Sur, con la flagrante connivencia de la tripleta apátrida con máscara priista de Beltrones-Gamboa Patrón-Labastida, propulsora de la desnacionalización de PEMEX/por cierto título de nuestro mas reciente libro con el prólogo invaluable de AMLO.)
La crónica de una pandemia muy anunciada, en esta caso, la “influenza mexicana” (para respetar las susceptibilidades de un rabino israelí que protestó por el nombre y declaró que debía llamarse “pandemia mexicana”), ha exhibido a la luz del día no sólo la legendaria ineptitud del PAN para gobernar, sino, peor aún, ha levantado mas interrogantes que respuestas debido al pésimo manejo informativo del aldeanazo secretario de Salud guanajuatense y cristero José Ángel (sic) Córdova Villalobos, un médico de quinta encumbrado por las nubes por Margarita Zavala Gómez Del Campo.
El aldeanazo y ex-diputado Córdova sabe más de asuntos electorales que de salud pública (fue Presidente del Consejo Electoral del Estado de Guanajuato) y su currículum médico deja mucho que desear, y, por lo visto, es la peor persona a cargo de la Secretaría de Salud calderonista en los peores momentos salubres del México panista.
El blog breitbart.com del 27 de abril de este año enuncia que “México confronta críticas sobre las respuestas a la influenza porcina”: dos semanas después de la primera muerte por la influenza porcina, “las autoridades sanitarias de México todavía no han proporcionado medicinas a los familiares de los muertos”. Peor aún: “no ha determinado donde se gestó el brote y cómo se ha diseminado”.¿Dónde andan los virólogos y epidemiólogos panistas?
El blog fustiga “la lenta y confusa respuesta de las autoridades sanitarias” panistas, lo que ha llevado a que “el mundo vuele a ciegas a una tormenta de salud global”.
El blog se burla de las declaraciones de Córdova (éste con V para diferenciar del otro Córdoba financiero zedillista con B grande: definitivamente ese apellido, con V o B, ha sido una calamidad para México), quien cuenta con un presupuestos de más de cinco mil millones de dólares (para lo que sirve, seguramente Córdova lo ha de estar empleando para sus tejes y manejes electorales en Guanajuato), ya que ha declarado que la Secretaría de Salud “no cuenta con los recursos para visitar a la familiares de los muertos”. ¡Ni siquiera para darles el pésame!
Mucho peor aún: “Los médicos investigadores(¡supersic!) todavía no saben cómo las víctimas fueron infectadas,lo que es clave para entender cómo la epidemia inició o cómo puede ser contenida”. Esta sola crítica demuestra la ineptitud de la salubridad panista.
Por lo pronto, las autoridades sanitarias de Brasil han despotricado con justa razón contra la Secretaría de Salud panista que ocultó el primer brote desde marzo (en realidad,ocurrió en febrero.)
A juicio del blog estadounidense “la población mexicana ha empezado a cuestionar la imagen del gobierno de un país que declara tener la crisis epidemiológica bajo control”. ¡Cómo no! Lo que no entiende el blog estadounidense es que tanto Fox como Calderón son dos fundamentalistas neoliberales fuera de cualquier control de la sindéresis universal.
En forma interesante, el blog estadounidense, que -nos comentan nuestras invaluables fuentes en Washington-,posee antenas directas en las más altas esferas del poder de EU, comenta en forma ominosa que “las consecuencias políticas pueden ser serias”. Es cierto, cuando los gobiernos se consagran a desinformar, gracias a los lubricados lorocutores del sistema (Léase desde los “Cero” Gómez Leyva pasando por los Krauze Kleinbort hasta los Sergio Sarmiento), provocan un efecto boomerang de incredulidad generalizada donde abundan los rumores, las conjeturas y los medios infundados.
Pareciera que el delamadridista Calderón Hinojosa (el más priísta neoliberal de los panistas libre-cambistas) no aprendió de los errores de kíndergarten de De la Madrid Hurtado y su secretario particular (¡pero muy particular!), Emilio Gamboa Patrón, quienes cometieron los peores errores inimaginables durante el terremoto de 1985 al quedarse paralizados) en realidad andaban escondidos, se nos ha susurrado al oído, en un departamento clandestino de la calle de Shakespeare frente al Hotel Camino Real.)
Bueno, qué se puede esperar de la sapiencia en el poder de un Emilio Gamboa Patrón, especialista del diseño industrial en la Universidad Iberoamericana, y quien, de acuerdo a sus legendaria perfidia, le propinó un golpe de Estado al secretario particular, Alfonso Muñoz de Cote, del entonces secretario de Programación y Presupuesto lópez-portillista, quien luego sería ungido presidente digitálico.
Desde ese entonces, el ineptazo de Gamboa Patrón ha participado alegremente en la demolición de México, donde descuellan su alianza con el presunto narcopederasta, Kamil Nacif Borge, y su entrega del petróleo mexicano a las transnacionales desde su “liderazgo” priísta en la (re)Cámara de (Di)putados.
Nada menos que George Grayson, connotado mexicanólogo del College William & Mary (Virginia, EU), comenta que otro 85 no es una posibilidad descartable.
El blog comenta que el inepto Córdova estaba a la defensiva durante una de sus patéticas conferencias de prensa al demostrar que no sabía nada de la
epidemia que ha sacudido al planeta entero y que ha obligado a tomar las más drásticas medidas de cuarentena en la Ciudad de México.
Una frase del blog estadounidense es demoledora y pone en tela de juicio todo el sistema sanitario panista entregado al ASPAN: “no es claro dónde y cuándo la epidemia brotó, cómo se difundió, quiénes son los muertos o que rápido está avanzando”.
Con menos que esto, en cualquier país civilizado, el presidente de la República hubiese sido obligado a presentar su renuncia por ser el responsable de haber nombrado a tan ineptos colaboradores que deben su puesto más a su lealtad ciega que a su conocimiento científico para defender y preservar la salud de los mexicanos.
En forma ridícula, el guanajuatense Córdova (recordemos un vulgar funcionario electorero) expectoró que “no podía proporcionar información sobre las víctimas debido a razones de confidencialidad (¡super-sic!)”. Todo lo contrario de lo que los amos de Calderón y Fox, es decir, el Foro Económico Mundial de Davos aconseja sobre lo que llaman infodemics (la propagación de la información) cuando “la rápida difusión inexacta o incompleta de información puede amplificar (¡supersic!) los efectos del núcleo de los eventos de riesgo”.